viernes, 15 de mayo de 2009

Sorrento y un dia de pesca en Massa Lubrense









Si cuando llegamos a Praga la bardeamos, en Sorrento la hicimos diez veces peor. Confiando en que el trayecto de Roma a Napoli tardaba solo dos horitas y cuarenta y cinco minutos (segun la info del libro de Euraill Pass) abordamos tranquilos el tren que nos depositaria en la ciudad que eirigio a Diego como un semi dios, casi a la altura de San Paolo, el patrono Napolitano. Pero no fue asi: el tren tardo poco mas de cuatro horas y de a poco fue menguando nuestras expectativas de llegar a una hora decente a Sorrento, donde nos esperaba la familia de un florista al que Juancito conoce de trabajar en el centro. Finalmente, llegamos a Napoli a eso de las 9 de la noche y de alli tuvimos que tomar el tren a Sorrento, que tardo una hora y veinte minutos. Ya eran las diez y veinte y estabamos en sorrento, pero teniamos que esperar el bus que nos llevara para Massa Lubrense, un pueblito de pescadores que esta a 10 km de Sorrento. Entre que conseguimos la info de como llegar y picamos la peor hamburguesa de nuestras vidas, se hicieron las once de la noche, horario del ultimo colectivo a Massa Lubrense. Una vez dentro del bondi, empezamos a preguntarle a la gente local cual era la mejor parada. Palabras van palabras vienen, decidimos bajarnos en Santa Agata, la ultima parada que tenia el cole y que estaba a un kilometro y medio de Massa Lubrense. Para ese entonces la situacion era un kaos, porque habiamos intentado llamar a la flia tana pero no atendia. Entonces empezamos a caminar buscando algun lugar centrico, hasta que encontramos una callecita que tenia un bar abierto. El barman se ofrecio a llamar a la familia, pero tampoco: del otro lado nadie atendia el phono. De pedo me acorde que en el camino habia un bed & breakfast y volvimos sobre nuestros pasos para tocar el timbre de esa bendita puerta. Pero no tuvo nada de bendita, del otro lado nunca contesto nadie. Cuando las chances de dormir afuera se hicieron realmente serias, empezamos a pensar cual seria el mejor lugar para tirarnos, sin que nos viera ningun policia y guarecidos del frio. Pero por suerte eso nunca paso: decidimos volver al bar para preguntar por algun otro alojamiento (que realmente no creo que haya existido) y el barman nos dijo en mitad tano mitad castellano: - Llamo una seniora, creo que es la mujer que estan buscando. Inmediatamente le pedimos si podiamos hacer una llamada, a lo que accedio y del otro lado Juancito escucho por fin la voz de Teresa, que por suerte hablaba muy bien el espaniol: - Ya llegaron chicos, por donde le digo a mi marido que los pase a buscar??? Increible, era ya medianoche y la familia se estaba moviendo por nosotros. Cuando llego Genaro (el esposo de Teresa) a buscarnos con el auto, fue como si hubieramos visto a dios manejando ese Polo. Veniamos de un dia de baqueta total, transpirados del Vaticano y del viaje, sin habernos podido duchar porque ese dia habiamos dejado el hostel a las 10 de la maniana. Gracias a dios la familia nos tenia preparadas unas camas, que para nosotros era lo mejor que nos podia pasar. Al otro dia nos despertamos para la colacion (ellos lo llaman asi al desayuno) Una super tasa de cafe con leche caliente y un budin de puta madre alegraron nuestro espiritu, que a esa altura despues de una buena ducha no podia estar mejor. Lo mas increible de estar en la casa de una flia tana es observar como conviven. Ademas fue muy loco el tema del idioma, porque nosotros paramos en la casa de la madre de Genaro, que habla el dialecto napolitano. En definitiva, los dos primeros dias no le entendiamos casi nada, pero despues entre gestos, y entendiendo algunas palabras en tano, nos pudimos comunicar. Si hasta momento veniamos adelganzando a pleno, la signiora se encargo de hacernos recuperar el tiempo perdido en cuanto a comida. Eran tres platos por comida, mas un desayuno voluptuoso que no acababa nunca. De mas esta decir que todo lo que cocinaba la signiora (de ahora en adelante Maria) era buenisimo y Teresa, la esposa de Genaro, tampoco se quedaba atras. El primer dia en Sorrento fue el de recorrer el lugar y de meternos por fin al agua, algo que estabamos ansiando en demasia. Pero ademas, quisimos quedar bien con la flia (que realmente se paso con nosotros) y les cocinamos unos morrones con jamon, queso, verdeo y huevo. Con una ingeniudad alucinante le pregunte a Teresa si ellos habian comido alguna vez un morron preparado de esa forma. Me dijo que no, pero que ellos en realidad le ponen berenjena, carne picada, queso rallado tipo gratinado y huevo revuelto. Ahi pense: - claro, soy un boludo, estos tipos tienen una cocina de la puta madre y yo pensaba que les habia mostrado la polvora. Un tarado total, jaja!!! Despues de conocer Sorrento y comprar algunos souvenirs, a la noche, en una cena familiar previa al dia de la madre italiana, Genaro que es pescador, se ofrecio a llevarnos con el a pasar un dia de pesca (yo le habia comentado a Teresa que me gustaba mucho la pesca). Realmente ese dia de pesca fue de lo mejor que nos pudo pasar, porque recorrimos muchas islas cercanas a Capri que realmente no tienen nada que envidiarle. Y ademas pudimos tirarnos al agua mas que hiper cristalina desde el barco, mientras Genaro y su primo, tambien pescador, nos esperaban en un muelle cercano para que podamos volver a abordad el bote y seguir la pesca. Lo que mas se pesca en el mar de Sorrento son los gamberros (camarones para nosotros). Es lo que deja mas plata y claramente Genaro apuntaba todos sus caniones a pescar esos bichitos. Pero tambien pescaba con red algunos peces. Pero lo mas preciado que saco ese dia fueron dos langostas, que segun nos conto, cotizan a 100 euros el kilo. Mas alla de todo esto, cabe resaltar la calidad humana de la familia, que nos recibio con los brazos abiertos y nos trato como dos hijos mas, incluso, despues de mucho insistir porque no queriamos abusarnos de su hospitalidad, nos lavo tambien la ropa. Realmente nadie merece tanta hospitalidad, por mas que sea la mejor persona del mundo, tendrian que haber estado ahi con nosotros para ver como nos trataban y como se preocupaban por nosotros. Es algo que nunca me voy a olvidar en mi vida y que pienso retribuir con la gente que lo merezca. Siempre es bueno ayudar a un viajero y nunca me voy a olvidar de eso. Ahora puedo decir que soy hincha del Sorrento F.C., que gano una especie de copa italia de la B, y me importa que al municipio de Massa Lubrense le vaya bien. Voy a chequear periodicamente las noticias de la zona que aparezcan en la web.

Un saludo a todos en Baires!!!!

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